La redacción de contenidos instituciones adquiere una relevancia significativa en las estrategias de comunicación de las organizaciones, ya que, tener la habilidad para comunicar de manera efectiva y precisa es crucial para transmitir la información de manera clara y concisa.
En una entrada anterior abordamos en detalle qué es la comunicación institucional y su importancia, por lo que ahora presentamos cuatro características clave de la redacción institucional y los contenidos en este ámbito. Principales características para tener en cuenta:
Claridad:
Un texto claro y comprensible garantiza que el mensaje llegue a los destinatarios sin confusiones ni malentendidos. La redacción institucional debe evitar ambigüedades, jergas excesivas o tecnicismos innecesarios. El lenguaje debe ser directo, empleando frases cortas y estructuras simples para facilitar la comprensión. Además, en la claridad tendrá mucha preponderancia el tipo de institución y los servicios-actividades-productos que brinde, esto podrá ser evaluado y determinado en un proceso de diagnóstico previo a la planificación.
Formalidad:
Si bien la redacción institucional requiere un tono formal y profesional, la decisión de cómo será dirigida la comunicación externa e interna debe ser una decisión previa, cuidar la unicidad en su aplicación en las estrategias de marketing digital, redes sociales, notas de blog, newsletters, campañas de leads, de WhatsApp, la página web, incluyendo informes de gestión anuales, presentaciones, memorias, gacetillas y contenidos que sean difundidos y compartidos por cualquier medio de comunicación tradicional. De la misma manera, la voz en primera o tercera persona deberá definirse y respetarse en todos los casos correspondientes.
No pierdas de vista:
- Al tratar temas institucionales, es necesario mantener la seriedad y la objetividad en el lenguaje utilizado.
- Es imprescindible prever qué puede ocurrir con tus destinatarios o audiencia si se aplican expresiones coloquiales, términos informales o excesivamente personales.
- La redacción institucional debe reflejar la identidad de la organización, en algunos casos estará marcada por la seriedad y autoridad de la institución para transmitir confianza y credibilidad, en otras ocasiones, reforzará la identificación si se aplica una estrategia completamente opuesta para compartir los contenidos.
Precisión:
En este punto es necesario pensar y desarrollar los contenidos de manera exacta, pero en detalle, ¿es esto una contradicción? No, al contrario, la exactitud y el detalle se complementan. La exactitud de un contenido implica simplificar las ideas para hacer la lectura fluida y entendible, esto no implica explicar con menos detalle si la información lo requiere. Los detalles le darán base a las ideas o contenido para que sea entendible.
Te recomendamos:
- Evitar generalizaciones o suposiciones.
- Cada dato referencial debe ser validado, tener fuente y ser cuidadosamente justificado.
- Se deben citar correctamente las fuentes utilizadas, respetando los principios éticos de la investigación y la propiedad intelectual.
Coherencia y cohesión:
La redacción de contenidos institucionales debe responder a una estructura, tener una secuencia y progresión de desarrollo lógico. Los párrafos y oraciones deben estar interconectados de manera coherente, se deben utilizar transiciones apropiadas para lograr una mayor cohesión entre las distintas secciones del escrito, esto va a facilitar la comprensión y la fluidez de la lectura. Por esta razón, las ideas y conceptos relacionados a la institucionalidad, posición e identidad, deben ser coherentes en todo momento. Plantear ideas que se contradigan conceptualmente en un texto oficial de la organización, gacetillas o comunicados pueden resultar muy perjudiciales para la imagen institucional.
Para finalizar, es imperante que cada organización cuente con un manual que unifique y clarifique ideas esenciales que forman parte de la institucionalidad y la comunicación, esto facilita el cumplimiento de los lineamientos y permite revisión rápida en caso de dudas.
Hablaremos de la comunicación institucional y sus públicos en una próxima entrada.
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